Sunday, April 12, 2020

EN ESTA PASCUA DIGAMOS GRACIAS

Ella Duarte       
    



En esta Pascua digamos GRACIAS por la salud, la armonía, el aprendizaje y la esperanza.

Gracias a nuestros compatriotas que no dejaron de trabajar, crear, innovar y aprender durante la cuarentena ni la semana santa.

Gratitud a  los trabajadores de blanco, médicos, paramédicos y personal de servicio de los hospitales y centros de atención de la salud.

Gratitud a los policías, militares, fiscales y autoridades territoriales  que están  dando apoyo logístico de control y albergues transitorios para viabilizar el cumplimiento del aislamiento social sin incidentes.

Gratitud a funcionarios y funcionarias del sector público  y privado que están trabajando sin descanso para ampliar una red de protección social que asegure que la ayuda financiera y económica llegue efectivamente a quienes tiene que llegar y no se conviertan en bolsones de latrocinio. 

Gracias a los que sostienen el funcionamiento de los servicios públicos de gestión pública y privada, que hacen posible que desde nuestros hogares nos sigamos comunicando, abasteciendo y trabajando.

Gratitud a los maestros, docentes, directores, supervisores que nunca dejaron de trabajar y están haciendo un esfuerzo formidable de aprendizaje y manejo de nuevas tecnologías, para desarrollar e impartir clases de una forma antes casi impensada, para atender las consultas de alumnos, de madres y padres y que se hacen de tiempo para repartir víveres, fabricar tapabocas y ofrecerse de voluntarios al MEC para incorporar estos aprendizajes de TICs a la gestión educativa al momento del retorno al aula.

Gracias  las madres, padres, tutores, hermanas y hermanos mayores que aprendieron a aprender, a jugar, a crear, a inventar y a soñar con los más pequeños y trasladaron sus conocimientos de redes sociales al manejo de plataformas remotas de aprendizaje.

Gracias a nuestras familias que aprendieron a convivir en armonía durante la cuarentena, a conocerse mejor, a valorarse más, a controlar las emociones, a ayudarse, a aislarse sin olvidarse, y a protegerse unos a otros.

Gratitud a las comunidades que a pesar de la falta  de recursos aprendieron a apoyarse con ollas solidarias  y a gestionar la escasez con sabiduría.

Gratitud a la gente solidaria que se ingenió para fabricar tapabocas, batas, protectores y a los que están reparando aparatos sanitarios y construyendo hospitales en tiempo récord.

Gratitud a los comunicadores que están aprendiendo que la noticia que construye también vende, que buscar la armonía no es perder espíritu crítico, que informar es formar y formarse.

Gracias a los trabajadores, desde los gerentes hasta los repartidores, que nos aseguraron y nos llevaron a nuestras casas  el alimento y la medicina. A los recolectores y recicladores que, aun trabajando a medias, mantuvieron nuestros vecindarios limpios de basura. A los productores rurales que trabajan por nuestra seguridad alimentaria y por nuestra sostenibilidad económica.

Gratitud a los empresarios y emprendedores, pequeños, medianos y grandes, que aprovecharon este tiempo para innovar, en procesos, en bioseguridad laboral, en uso de tecnologías, en producción y servicios a distancia, en nuevos productos y servicios, en nuevas formas de relacionamiento con el cliente.

Gracias a nuestros gobernantes que aprendieron que el liderazgo es humildad, inteligencia, responsabilidad y trabajo de equipo y que demostraron que es falso el dilema entre salvar vidas y salvar la economía, adoptando medidas acertadas y conducentes para contener el contagio, sostener el ingreso y mantener la circulación de bienes y servicios en un punto en que no produzca ni desabastecimiento ni hacinamiento.

Gratitud a nuestros anteriores gobernantes que nos dejaron una economía sana, integrada al mundo, que nos permite hoy tener la flexibilidad suficiente para aplanar la curva de la pandemia al mismo tiempo que aplanar la curva de la recesión  aprovechando la credibilidad internacional que hemos conquistado.

Gratitud también a los inadaptados que trataron de quebrar la cuarentena, burlar controles, pasarse de avivados con las ayudas, destruir refugios, asesinar a su propia familia, sembrar miedo, zozobra y desconfianza. Gratitud porque, aun siendo pocos, están allí para recordarnos que todavía tenemos mucho que hacer para construir una sociedad armónica.

Gratitud a todos los habitantes de este hermoso país que hemos aprendido a reconocer más NUESTRAS CAPACIDADES, NUESTROS VALORES, NUESTROS ACIERTOS Y NUESTROS ERRORES  y a envidiar menos los SISTEMAS ECONÓMICOS, SANITARIOS y POLÍTICOS que creíamos perfectos y que hoy tambalean y se quiebran ante la pandemia.

Robustecidos y agradecidos por estas semanas de aprendizaje, renovemos la esperanza de que esta PASCUA sea un paso a través del mar de la inseguridad que nos rodea, hacia una nueva oportunidad de construir desde nuestras familias un PARAGUAY más armónico e integrado hacia adentro y hacia afuera, con instituciones transformadas y fortalecidas, sin olvidar nunca que después de la pascua hebrea vinieron 40 años de esfuerzo en el desierto para lograr por fin la tierra prometida. Que en nuestro caso no sean tantos. Para acortarlos tenemos que reducir la confusión y redoblar el esfuerzo.

Que así sea.

Ella Duarte desde el Mirador Asunción


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